El tema de partida es la introducción hacia la lucha con el tiempo de mi memoria, pero sobre todo de la idea del creativo como propio coleccionista. El artista que descubre que es un coleccionista pero no de piezas sino un coleccionista de imágenes, de recuerdos, de emociones y sentimientos. Por eso el creativo es un coleccionista de obsesiones, unas obsesiones fruto del transcurso de su vida que se van quedando plasmadas. Tratando así de ir coleccionándolas con la esperanza que se conviertan en arte.
Metanoia. Acrílico sobre lienzo 100x143
Famélica. Acrílico sobre lienzo 100x143
Hipofrenia. Acrílico sobre lienzo 100x143
Pisaverde. Acrílico sobre lienzo 100x143
El vacío invade lo abstracto al mismo tiempo que lo llena de humanidad, estos opuestos que eran extremos incompatibles ven difuminados sus claros limites y acaban por plantear paradojas.
Lo que propongo no es la rendición ni el cinismo sino una ética y estética de la resistencia. En definitiva no rendirme, mantener las exigencias de conoci- miento, justicia, libertad y conciencia a través de lo que hago y la vida.